A media luz

El humo del lugar, la música vibrando en el aire y las luces de todos colores, prendiendo a distintos ritmos y tonos. Frunció el ceño claramente enojado, odiaba esos lugares, mas que nada en el mundo, los olores se mezclaban, se confundían, ni siquiera la sangre se podía sentir, aun si llenaba el lugar con ella. La mezcla del olor a humedad, sudor, alcohol y mas humo era embriagador y desagradable. Los colores y formas le daban vueltas en la cabeza hasta el punto de marearlo casi dándole unas nauseas que apenas si podía aguantar.

Salio rápidamente del lugar, empujo sin cuidado a un par de personas en su camino a la salida, sintiendo de golpe el aire fresco en la cara, sintiéndose algo mas aliviado cuando por fin llego al exterior. Se apoyo en la pared, respirando de forma agitada, tomando aire de forma profunda. Tenia el rostro húmedo, y estaba seguro que estaba mas pálido de lo usual, las pupilas contraídas por la exposición a las luces y trataba de acostumbrarse a la oscuridad, siéndole mucho mas agradable el frió de la noche, la humedad de la lluvia próxima impregnaba el aire y daba mayor frescura. Respiro de forma profunda y quedo mirando el cielo oscuro y encapotado por las oscuras nubes.

- es una noche hermosa da... y tengo que esperar que el bastardo que tengo que matar termine su juerga para poder cumplir mi trabajo -mascullo con desagrado. Odiaba cada vez mas las multitudes de personas, mas todavía cuando estaban en lugares encerrados y reducidos.

Frunció el ceño con rabia y golpeo la pared con el puño reiteradas veces. Era un asesino profesional, de elite, uno de los mejores que se podia encontrar en la ciudad, nunca habia fallado de ninguna forma y ahora lo mandaban a matar a un simple mocoso por motivos que ni siquiera tenian peso. Matar sin pasion, sin elegancia, sin verdadero sentido...

- govnó.... -cerro los ojos, algo mas tranquilo y solto un leve suspiro.

Abrio los ojos a la oscuridad, al diablo el negocio, queria destrozar a algo o a alguien, lo que fuera, tenia la necesidad desesperada en esos momentos de hundir las manos en la carne caliente, las entrañas blandas, atrapar el corazón palpitante entre sus manos y sentir como la vida se escapaba entre sus dedos y poder ver como la luz se extinguía para siempre de los ojos de su victima.

"Al diablo ese mocoso, yo solo quiero jugar da~ "

Sus ojos brillaron con cierto sadismo en la mitad de la noches, ni siquiera molestandose en sacar la tuberia de su abrigo, esta vez lo haria con sus propias manos, al primero que apareciera.

Se encontraba caminando por las calles *suspira*-Haa..que esta linda la noche -. Caminaba sin un rumbo aparente, solamente quería disfrutar de la tranquilidad de la noche , como era un día viernes y casi todas las personas de aquella ciudad eran casi unos bohemios así que prácticamente todos estaban en bares y discotecas.

Llego a parar a una calle en la cual no había mucha luz , pero eso le atrajo , ya que así podía ver mejor el cielo estrellado de esa hermosa noche ,sin darse cuenta pasa frente a una discoteca –Vaya, se la deben estar pasando muy bien –Logra oír todo el ruido de la música , las conversaciones fuertes de la gente ,y una que otra riña que sucede en aquellos antros. Sin darse cuenta al pasar choca con un hombre , Matthew cae al piso –Pperdonde señor , lo siento- se levanta y se sacude la ropa se acerca al hombre para disculparse correctamente pero al verlo le cruza un escalofrío por la columna vertebral pega un salto y da un grito –HAAAAAA! – da unos pasos mas atrás , se asusta por los ojos de aquel hombre , los cuales le trae un mal presentimiento retrocede unos pasos mas , quiere correr ,no soporta la presión de un ambiente escalofriante y sombrío..

Estrangular, desgarrar, mutilar, destrozar.

Había cerrado los ojos, tratando de relajarse, aunque fuera un poco, no debía actuar por impulso, eso era malo, no debía ser así. Un crimen, un asesinato... debía ser cuidadoso, darse el tiempo para hacerlo, y actuar pos los instintos, pero no dejar que estos te nublaran el juicio como les pasaba a esos asesinos de poca monta, que luego de su primer asesinato eran descubierto de inmediato porque dejaban demasiadas huellas.

Hay que hacer un espectáculo por el cual te recuerden~

Ademas, que casi siempre le mandaban a matar a figuras conocidas, fueran políticos, mafiosos, jefes de familia. Si tienen renombre (ya fuera como bastardos) había que hacerles honor hasta el final.

Horribles masacres, cuerpos destrozados, caras desfiguradas

Nunca un autor publico, aunque muchos sabían bien quien hacia el trabajo, los mismo policías a veces, pero se guardaban su nombre y quedaba como uno de los tantos crímenes de la ciudad.

Enfoco su vista en aquel chico que acababa de gritar, ¿en que momento había llegado? Ni siquiera había sentido cuando tropezó con el, tan absorto estaba en sus pensamientos. Casi de forma automática llevo sus manos a su cuello níveo, que le pareció tan frágil. Era un chico hermoso, eso debía admitirlo.

Golpeo su cuerpo contra la pared, aun sujetándole del cuello. Cuando pudo enforcar bien su rostro se dio cuenta de los rasgos finos y delicados, los ojos asustados que eran de un color tan parecido al suyo, pero tan cálidos a la vez.

- pryvet~ -saludo con una naturalidad impropia para esa situación, soltándole del cuello y dándole un golpe en la cara, flexionando luego los dedos y volviendo a acercarse a el.

Esta vez haría algo que hace tiempo no tenia la oportunidad de hacer, jugaría un rato con el, se divertiría, y luego veria si lo mataba o no.