Do you wanna fuck me? [UsUk y leve SuFin]

Esta fic se me ocurrió luego de un rol que tuve con mi Arthur xD wee~ los dejo leyendo :3
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Maldita canción..

Eso era lo que pensaba cierto estadounidense mientras mordía y apretaba una almohada , sentado en una cama en su habitación del hotel donde se hospedaba junto con otras naciones.
Aquella semana la sede de la reunión mundial sería Suecia. El país anfitrión tenía todo listo. Todo era perfecto, al menos para él, pero para el norteamericano era todo lo contrario. ¡Todo era su maldita culpa!. ¿Por qué? Simple, era esa maldita canción.

Hace algunos meses, Estados Unidos de América, o Alfred, se había declarado a su ex –tutor, Inglaterra. Había sido muy difícil para el país menor, ¿y para quien no? Después de todo, se estaba declarando a la persona que amaba y que cuidó de él cuando era más pequeño. Pensaba que lo iba a rechazar ya que hace unos siglos, el ojiazul se había independizado de él, ¿recuerdan? Pero todo fue por una razón. Sólo quería que el mayor no lo viera sólo cómo su hermano menor, si no, cómo algo más.
Resulta que al declararse, el ojiverde le había correspondido. Quién lo diría ¿no?. Bueno, luego de esa escena cursi llena de corazoncitos y scones, decidieron ser un pareja y así, ahora se encontraban saliendo. Llevaban 2 meses ya.

Pensaban en decírselo a todo el mundo en aquella reunión, pero resulta que todo el mundo ya sabía gracias a cierto francés pervertido. Al menos se habían ahorrado toda esa escenita un poco vergonzosa.
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¿Qué tiene que ver todo esto con que Alfred esté mordiendo una almohada y apretándola? Pues aquí vamos con parte de la historia.

~Flashback~

La nación inglesa se encontraba bajando del avión, pisando tierra sueca. Sonrió al ver la nieve. Era tan blanca y hermosa.

Cómo no conocía muy bien aquel país, llamó al sueco para que lo llevara al hotel donde se hospedaría. Retiró su equipaje y caminó hasta la salida del aeropuerto, donde el más alto lo esperaba
.
--El h’tel no qued’ ‘uy lejos.. – Dijo con su habitual tono profundo de voz. –Va’os caminand’...—

-- Okay.—Respondió el de ojos verdes.

Caminaron un rato hasta que el teléfono celular del sueco comenzó a sonar. El inglés se quedó escuchando el tono de timbre del otro. La canción la encontraba interesante y esperó a que el otro cortara para preguntarle el nombre de aquella canción.

--¿Cómo se llama esa canción, Berwald?—Preguntó inocentemente, sin fijarse en la letra.

--Se ll’ma “Do you wanna fuck me?”* Es de Byz**.. Un r’pero de mi pai’..—Respondió el otro.

--Vaya, me gusta. ¿Me la pasas por bluethoot?—Dijo mientras sacaba su Blackberry.

--Cl’ro..—Dijo sacando su Sony Ericsson Xperia x8 y le mandaba la canción por Bluethoot.

Al llegar al hotel, es sueco se fue y el ojiverde escuchó aquella canción miles de veces, hasta tal punto que ya se la sabía de memoria.
~Fin Flashback~

Bueno, bueno. Pensarán que le estoy dando muchas vueltas al asunto, ¿no? Era necesario saber lo anterior para comprender de todo el asunto. Pues vamos al punto. Primero; El nombre de la canción. “Do you wanna fuck me?” En español, “Tú quieres follarme?” . Segundo; ¿Qué tiene que ver la canción con que Alfred esté así ahora? Pues eso lo veremos ahora.

~Flashback~

La nación inglesa, cómo siempre, había llegado antes a la reunión. Aún faltaba para que empezara, así que se puso sus audífonos y se puso a escuchar música en su celular. Se acercó a la ventana y se puso a mirar hacia la calle. Estaba nevando y desde ahí, se veía muy hermoso.

Milagrosamente, el norteamericano mayor había llegado un minuto después que el mayor y al ver que éste estaba de espalda mirando por la ventana, aprovechó y lo abrazó por detrás.

--Iggy~ --Pronunció con cariño el de lentes.

--Al-Alfred. Te he dicho miles de veces que no me digas “Iggy”, idiot. – Dijo sonrojado.

--Buu~ Pero si es de cariño~.--Dijo mientras hacía un puchero al ser llamado “Idiot”.—Iggy~ ¿Qué escuchas?.—

--Ah.. Escucho una canción de un rapero sueco llamado Byz.—Dijo mientras le ofrecía un audífono

--¿Un rapero sueco? HAHAHAHA Pero si ese ni habla. El héroe debe comprobarlo~ .—Dijo mientras tomaba el audífono y lo ponía en su oído derecho.

“Do you wanna fuck me?
Yes I wanna do.
I wanna put my dick in you
I wanna make you scream my name,
It is a game we both know.”

Sonaba el coro de aquella canción. El menor de los dos, al ver que su pareja cantaba aquella canción con los ojos cerrados, sintió unas ganas de.. bueno, eso, ya saben.

El inglés era irresistible para él, y que cantara aquella canción lo hacía aún más. Se quitó el audífono con rapidez, y desvió el rostro para que el otro no viera su sonrojo.

--¿Ves que si puede cantar?.—Preguntó el inglés, sonriendo burlonamente.
--A-ah, si..—Estaba a punto de arrinconar a su pareja en la pared para hacer “eso” y dar un paso más en su relación, pero las demás naciones fueron llegando y dieron inicio a la reunión con un distraído estadounidense.
~Fin Flashback~

Esa es la razón por la cual él estaba así ahora. Suspiró y el sonido de una puerta siendo golpeada lo despertó de sus pensamientos. Se paró y se dirigió a la puerta, abriéndola.
“Voy a prohibir esa infernal canción en mi país. Hahaha, ya lo verán” Pensaba el yankee.

Tal fue su sorpresa al ver quien era que abrió los ojos cómo platos. Era Inglaterra. Se sonrojó al recordar aquella canción del demonio.

--¿Puedo pasar?.—La voz del mayor lo sacó de sus pensamientos.

--Ah si, claro.—Se hizo a un lado para dejar al mayor pasar.

--Thanks.—Agradeció el otro.

Una vez dentro de aquella habitación se quedó mirando al menor, dispuesto a hacer su misión

--Alfred, ¿Qué era lo que pensabas?.—Preguntó de la nada el anglosajón.

--¿Ah? ¿Qué era lo que pensaba cuando?.—Dijo confundido el otro.

--Luego de escuchar la canción, ¿en qué pensabas? Te veías muy distraído, más de lo común y me preocupé un poco, digo.. N-no es cómo si me preocupara por ti.—Se sonroja levemente al escuchar sus propias palabras.

La ex –colonia sonrió al ver a su pareja sonrojado, se veía tan lindo. Sin más, suspiró dispuesto a responder.
--Pues, éste. No quieres saberlo Iggy~ Hehe.—Respondió un tanto nervioso.
--Bien, ya que no me quieres decir..—Sonrió con un lindo sonrojo adornando su rostro.—Te haré otra pregunta..—

El estadounidense, pensando en que tal vez lo mataría, cerró los ojos, esperando lo peor.
--Do you wanna fuck me?. – Preguntó el mayor, con un tono cantarín mientras se acercaba al otro.
El de lentes, sorprendido y recordando aquella canción, sonrió mientras tomaba en brazos al otro, dejándolo suavemente en la cama, posicionándose encima de él.

--Yes I wanna do~.—Respondió de la misma manera que el otro.
Y así, dieron otro paso en su relación. Entre besos y caricias, se escuchaban las palabras “I Love you” y uno que otro gemido.

Tal vez, esa canción no era tan mala.. Pensaba el menor, mientras hacía suyo a su pareja. Los vecinos de cuarto, simplemente no pudieron dormir aquella noche, pero para ellos dos, valió la pena todos los gritos de las personas alegando que deberían irse a un motel, ya que ellos eran uno del otro, y se amaban mutuamente.
FIN
Extra:
La pareja de habla inglesa, antes de volver a sus respectivos países, decidieron pasar por la casa del sueco. Al llegar allí, Tino les abrió la puerta con una sonrisa.

--¿Está Berwald?.—Preguntó el inglés.

--No está, salió con Peter y Hanatamago a pasear al parque, pero si quieren pueden dejarle un recado y más tarde se lo digo.—Dijo sonriente.

--Pues, déjale este regalo de agradecimiento.—Sonriendo, el norteamericano le pasa un paquete de regalo azul, con una cinta amarilla, haciendo que pareciera la bandera de Suecia.

--¿Agradecimiento?.—Preguntó el finlandés mientras ladeaba la cabeza sin entender y tomaba el paquete.

--Lo entenderás cuando escuches su tono de timbre~.—Respondió Alfred.

Los de habla inglesa se fueron, dejando a un Tino más que confundido. Entró a su casa, dejando el regalo en el escritorio que tenía su pareja para trabajar y pocos minutos después, llegaron él y su “hijo”. Los saludó y aún con la duda, se escondió en alguna parte de la oficina del de lentes y marcó su número para poder escuchar el tono de timbre del que hablaron los dos rubios al venir.

“Picadura de la cobra gay,
Si te pica te convierte en gay.
Picadura de la cobra gay,
Si te pica te convierte e gaay~”

Al escuchar el tono de timbre, el finlandés corta y sale a escondidas de la oficina de su “esposo”. Definitivamente, tenía mucho que preguntarle a él, y a los dos rubios que habían venido momentos antes. ¿Ese era su tono de timbre? Dios..

Lo que Tino no sabía, era que lo había cambiado el día anterior.
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[A esto se le llama copiar y pegar tu fic desde tu cuenta de fanfiction.net (?)]