El Regreso (Abierto 18+)

Por lo general evitaba la playa a no ser que fuera de noche, de dia no le gustaba, demasiada gente, demasiado ruido, caos, gritos, alegria, demasiado sol ademas. La playa, esa misma tan alegre durante el dia ofrecia un espectaculo completamente diferente de noche, oscuro, poco iluminado, la mayoria de las personas rehuian de ir alli al saber que la frecuentaban para intercambios de drogas, juntas de organizaciones corruptas y para negocios turbios.

Iván Braginski estaba dentro de ese grupo de personas por los cuales la gente comun evitaba ir a la playa.

Se paseaba tranquilo por la costa, arrastrando la tuberia por sobre la arena y el agua para quitarle los restos de sangre, trozos pequeños de huesos y otros restos orgánicos de ella. Siempre había preferido la playa para cuando tenia un momento de tiempo libre tras cumplir su trabajo, o mejor dicho siempre hacia eso cuando quedaba de buen humor después del trabajo. Era una rutina bastante fácil a su parecer, cargar el cuerpo hasta el muelle, tirarlo al agua, limpiar luego la tubería entre las corrientes de agua, y recorrer la costa por el mero capricho de ver si encontraba algo mas interesante por ella, y casi siempre terminaba encontrándolo. Siendo Ruananpur una ciudad tan corrupta como era siempre podía encontrar personas 'divertidas' según el, o fuera de lo común,

Esa noche, en su búsqueda de intereses no fue la excepción.

Cuando vio un bulto en medio de la arena primero pensó que se trataba de algún vago, pero luego cuando se fijo en la sangre y el mal estado del tipo se dio cuenta que era mas probable que se tratara de un cadáver.

- pudiendo tirarlo al agua en vez de dejarlo pudriéndose aquí da... -por el morbo de la curiosidad de acerco a el y se dio cuenta de que aun respiraba, apenas pero respiraba. Frunció ligeramente el ceño, moviendolo con el pie para poder voltearlo y verle la cara, abriendo los ojos con ligera sorpresa al darse cuenta de quien era.

Se inclino un poco sobre el, mirándole con el ceño fruncido, le costaba creer que fuera el mismo tipo de antes, en esos momentos no parecía ni la sombra de la ultima vez que lo había visto. Y por el estado en que estaba... le costaba creer que fuera a ser el mismo tipo de antes. No podía evitar estar algo preocupado, después de todo lo seguía considerando dentro de su propiedad, era suyo, aunque no sabia si definirlo como un camarada, sirviente o perro muy leal... mas probablemente fuera una mezcla de todo eso.

- Tyki, despierta -le dio un leve golpecito en la mejilla, viendo si es que lo podía hacer reaccionar, aunque lo creía mas muerto que vivo, mas aun viendo toda la sangre que había en la arena.

Le quedo mirando preocupado y con cierta lastima también, verlo de esa forma le traía cierto recuerdo para nada agradables. La arena parecía teñirse cada vez mas con sangre, cosa que no le auguraba nada bueno.

- quédate callado -ordena en voz baja, tomándolo con sumo cuidado para poder levantarlo, sabiendo que aquello le iba a provocar dolor- lo siento, pero trata de no moverte da, aunque duela -lo acomoda un poco entre sus brazos, tratando de moverlo lo menos brusco posible, buscando con la vista donde poder llevarlo, viendo una garita no muy lejos de allí.

No le queda mas remedio que caminar de forma lenta hasta allí, para evitar que perdiera mas sangre de la que ya había perdido y lo dejo en el suelo, al menos allí estaba mas limpio,sin arena y lejos de las miradas indiscretas.

- después me tendrás que dar una larga explicación Tyki -murmuro, mientras se rompía la camisa para usarla de vendas, empapando los trapos con vodka de su petaca, limpiando las herida con ellos, lo que mas le importaba ademas de para el sangrado era evitar una infección y solo podía actuar con lo que tenia a mano, pidiendo internamente porque el otro no fuera a gritar.

Frunce un tanto el ceño ante las acciones de aquel hombre que aun no reconocía
-Pero que mierda haces- dice susurrando mientras siente que las heridas le ardían como el infierno mismo ..Poco a poco va quedando inconciente la voz de aquel hombre le queda dando vueltas en la cabeza , abre un poco los ojos y lo reconoce –Ivan..- dice a duras penas..intenta sonreírle pero cae inconciente , en eso que esta completamente metido en su subconsciente logra oír la voz de kathe *Pero si es mi señora , es ella* en sus adentros se encontraba un tanto tranquilo pues su antigua organización aun no le había hecho nada..

*Esperen que me pueda mover hijos de perra los haré mierda a cada uno..*
Siente que le están tocando demasiado , poco a poco vuelve en si , abre abruptamente los ojos y ve a un tipejo extraño tocándole , este se exalta y le agarra del cuello para quebrárselo –NO ME TOQUES MALDITO – dice mientras estrangula lentamente al hombre , -pensaste que te irías así como así?- se encuentra totalmente cegado por la ira , el hombre comienza a moverse desesperado por intentar liberarse , sus ojos comienza a salirse lentamente , -Así te quería ver , sufriendo maldito , ahora morirás- termina quebrándole el cuello el hombre que mas que nada intentaba ayudarle desde un principio..

sonríe cuando ve que el cuerpo de aquel hombre deja de moverse , lame con gusto la sangre que le queda en sus manos –Deliciosa..-
mira a todos los que están en el lugar…

No reconoce a ninguno de los que se encuentran a su alrededor , esta en un estado salvaje , esta a la defensiva cualquier reacción que tengan el la encontraba como una señal de ataque..

Aun esta asustado , quiera admitir o no , estaba traumatizado , una experiencia tan horrorosa como esa no se logra olvidar con facilidad..
La traición..
la venganza , decepción , la ira , el odio , ahora todo esto y mucho mas se encuentran tomando el control de este hombre que se vuelve salvaje

El odio con que miro a la mujer en aquel momento fue indescriptible, siempre le había desagradado, pero en ese momento era una furia que le arrebataba, y si no fuera porque la tipa traía a un doctor probablemente hubiera provocado una pelea allí mismo contra ella, sin importarla las consecuencias, ni tampoco que ya hubiera un tiroteo en la playa.

Sabia que tiempo atrás, había visto a Tyki con esa cara de cachorro fascinado por su dueña cada vez que veía a esa mujer, pero a Iván no le gustaba, para nada, la detestaba por como trataba a Tyki, con esa bipolaridad, aunque el no debería ser quien para pensar eso, se parecía bastante a la mujer en su prepotencia y posesividad con las cosas, pero no quería ni siquiera llegar al asomo de imaginar una ligera, o minúscula comparación con ella porque era algo que lo superaría y ya se odiaba bastante por sus propios fantasma como para darse cuenta que era igual a alguien que rechazaba por completo.

Su primer impulso cuando ve que el portugués comienza a estrangular a al hombre, es apartarle las manos y tratar de impedirlo, pero se queda quieto, mirando fijamente el rostro del menor, las manos en los bolsillos sujetando firmemente la tt-33 que por regla jamas dejaba en otro lugar que no fuera su bolsillo derecho para tenerla siempre a mano, ya sabia que se había metido en una situación mas que peligrosa, también sabia que no debería estar disfrutando de esa ligera adrenalina que le causaba ligeros escalofríos en la espalda que casi se confundían con placer cuando escucho el armonioso crujido de los huesos quebrándose bajo las manos de Tyki.

Se quedo quieto en su sitio, mirando de forma serena al muchacho, con esa típica sonrisa suya que no hacia mas que ocultar las verdaderas emociones del ruso. Sabia que estaba fuera de si, no los iba a reconocer, lo mas probable es que también los atacara a ellos, sus antiguos amos.

El perro iba a morder las manos que le daban de comer.

- supongo que todavía no querrás que me acerque, ¿da?~ -le sonrió de forma burlona a la mujer a su lado mientras se lamió los dedos manchados con la sangre del chico, quería ver como iba a reaccionar esta, que era lo que haría en esa situación. El solo pensaba mirar el espectáculo que se formaría frente a sus ojos.

Lo malo de aquello es que era casi amargo que comprendiera el como se sentía el portugués en esos momentos, la vorágine de sentimientos que pasaban de la humillación al odio y la furia ciega al haberse visto mancillado de esa forma.